el San Juan Bautista de Caravaggio visita Turín. Una exposición temporánea para curar el alma.
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- 10 mar 2021
- 2 Min. de lectura
Desde el 25 de febrero, y hasta el 30 de mayo, los Museos Reales de Turín hospedan el San Juan Bautista de Caravaggio, ubicado en la sala de sus seguidores.

El genio milanés
Michelangelo Merisi, dicho el Caravaggio, ha cambiado para siempre la pintura. Ha sido un extraordinario innovador, que ha infringido todas las convenciones de su época y ha usado la luz de una forma absolutamente inédita, introduciendo en sus pinturas sombras poderosas de gran efecto dramático y profundo impacto emotivo. Sus personajes son representados en contextos de cotidianidad, a menudo tienen la apariencia de modelos populares (muy diferentes de los usados por los demás pintores anteriores y aún contemporáneos) y son profundamente humanos. Así, el Bautista es presentado adolescente mientras, en su refugio en el desierto, escruta pensativo y absorto la oscuridad de la cueva donde vivía como eremita.
El Museo y la pandemia
La directora de los Museos Reales, Enrica Pagella, explica cómo la pandemia de Coronavirus haya influenciado la actividad del Museo y cuáles respuestas se haya decidido dar.
“A pesar de los meses de cierre de emergencia, los Museos Reales no se han parado nunca. La emergencia que hemos vivido y que todavía estamos viviendo ha puesto en evidencia la necesidad de ofrecer al público propuestas culturales inéditas, medidas en las actuales exigencias de fruición y de sostenibilidad, desarrolladas en colaboración también con otras realidades nacionales. Los Musesos Reales se hacen promotores de un constante intercambio y confrontación con el escenario nacional, hoy esencial para ofrecer al público nuevos contenidos capaces de multiplicar las oportunidades de conocimiento y de experiencia”.

Para explicar la importancia de la iniciativa precisamente en el medio de la pandemia, la directora ha afirmado, en la entrevista concedida al ANSA, disponible en el vídeo añadido, que “quedarse inmóviles no se puede tampoco ahora, tampoco en estas condiciones dramáticas debidas a la pandemia”. E también:
“En los hospitales se cura quizás más el cuerpo, en los museos se cura el alma, pero alma y cuerpo son un todo inseparable. Si el alma está aliviada, el cuerpo también está mejor, y entonces yo pienso que los museos sean un lugar de conforto en un momento como esto”.
Una exposición sin muestra
La exposición del San Juan Bautista en Turín, sin que haya una muestra particular, responde a la necesidad de ofrecer novedades primero que todo a los habitantes lugareños, que son sus principales destinatarios, puesto que la limitaciones a los desplazamientos impiden en gran parte la llegada de visitantes desde otros lugares. Para quien es de Turín, y probablemente ya ha visitado los museos, era entonces necesario encontrar un estímulo nuevo, que permitiese gozar de las colecciones desde un punto de vista innovador.
La Galería Sabauda tiene una rica colección de pintores seguidores de Caravaggio, pero ningún Caravaggio. He aquí porque la posibilidad de exponer el San Juan Bautista de Caravaggio en los Museos Reales de Turín permite de instaurar un diálogo entre las obras, estableciendo una relación directa entre el genio innovador del maestro de la escuela y todos aquellos que lo han seguido, cada uno a su manera y según su propia sensibilidad.
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