"La música es como un sueño", esta es una de las frases más célebres del maestro y gran compositor Ennio Morricone. Descubramos juntos como ha nacido su pasión por la música.
Los primeros años
No Obstante sus 91 años y después de haber acumulado distintos premios (algunos de lo más importantes: 2 Premios Oscar; 3 Golden Globe; 6 BAFTA; 10 David di Donatello; 10 Nastri d’argento), el artista ha siempre tenido nuevas ideas y propuestas para el futuro. Imposible no acordarse de su gran éxito de la banda sonora de “C’era una volta il West” de Sergio Leone, no solo, sus melodías han enriquecido todas la peliculas donde estaban presentes. No es un caso que el artista era requerido por los cineastas mas famosos a nivel nacional e internacional por su seguro éxito, como Sergio Leone, Marco Bellocchio hasta Quentin Tarantino. Ennio Morricone al día de hoy todavía nos lo envidian en todo el mundo, porque es un riqueza para Italia haber tenido un artista de fama mundial, un verdadero y auténtico patrimonio cultural de la humanidad.
La madurez
Como naciò esta pasión por la música? Mejor dicho esta inclinación a sorprender el público a través de la música? Su fuerte interés empieza ya a la edad de 10 años. Cómplice de esta decisión, que entre todas le cambiarà la vida, fue el padre trompetista, tampoco él se habría imaginado que el hijo iba a hacer de su pasión una obra de arte de valor invaluable. El padre, Mario Morricone, era un músico de orquesta de orígenes ciociara (Arpino provincia di Frosinone, regione Lazio), se mudò, con su esposa Libera Ridolfi a la Capital a finales de los años 20 donde naciò su primogénito Ennio, el 10 de noviembre de 1928. En el 1938, a los 10 años se inscribe al Conservatorio di Santa Cecilia a pocos pasos de la majestuosa escalinata de Trinità dei Monti (Piazza di Spagna). Comienza a tocar la trompeta, siguiendo los pasos del padre, bajo la guía del profesor Reginaldo Caffarelli; el instructor mismo se da cuenta desde un principio del talento del alumno. Pero, en aquellos años, la carrera del joven Morricone viene puesta a riesgo por los eventos políticos que se estaban desarrollando en aquel momento. De hecho aquella era una Italia fascista con un gobierno liberticida, que promulgaba las leyes raciales y que dentro de pocos años entraría en guerra al lado de la Alemania de Hitler. Exactamente durante la Segunda Guerra Mundial, en el periodo más oscuro del conflicto sin rendirse, empieza a ganarse la vida tocando primero para los alemanes (ocupación de Roma 1943-1944) y después para los estadounidenses, siendo pagado con comida y cigarros (“No fumaba: las revendía y volvía a casa con la plata”).
El debut
Tras la conclusión del conflicto mundial, con determinación y con gran fuerza de voluntad, comienza de vuelta a estudiar música graduándose en trompeta, instrumentación para banda y en composición, con el ilustre compositor Goffredo Petrassi, rozando casi siempre el máximo de los votos. Obtenido el diploma (1954) empieza come trombettista en algunas orquestas, pero él no es uno que se contenta tocando en locales con baja participación de público, el objetivo era encantar una inmensa platea. Así que en el 1955 Ennio Morricone toma la que serà su verdadero camino, empezando a improvisar músicas para el cinema. En Italia durante el “Miracolo economico” de los años Sesenta, Morricone participa a esta reactivación económica componiendo su primera obra musical para la película “Il federale” de Luciano Salce (1961).
Yo pienso que, cuando dentro de 100, 200 años, querrán saber como éramos, es gracias a la música de las películas, que lo descubrirán
La consagración
En los años siguientes, Morricone se enfoca en la composición de bandas sonoras para las películas, esto empeño viene premiado con su primer premio ganando el Nastro d’argento para la película “Per un pugno di dollari” de Sergio Leone. En el sector cinematográfico, el artista, recibe su consagración con 5 candidaturas y dos victorias por el Oscar (2007 Premio Oscar a la carriera y 2016 para la mejor banda sonora de la película “The hateful eight” de Tarantino), debido a sus magníficas melodías que acompañan los espectadores. Durante sus 50 años de honorable carrera, el músico ha colaborado con los principales cineastas, italianos y extranjeros, del ‘900 y del nuevo milenio, componiendo las músicas para más de 500 películas entregándoles una magia más. Ennio Morricone sin duda ha revolucionado la manera de hacer cine aunque él no era director o regista, sino un marciano que enriqueció las películas con sus canciones. El recuerdo y la música del Maestro quedaron como una huella indeleble non solo para la actuales generaciones sino también para aquellas que vendrán como una testimonianza para el futuro.
“Yo pienso que, cuando dentro de 100, 200 años, querrán entender como éramos, es gracias a la música de las películas, que lo descubrirán. Así citaba Ennio Morricone.
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